compuestos a través de mis entrañas
que lavan a sorbos las manchas de tu piel
y recogen el calor a bocados.
a causa de una luz cegadora.
No hay compases posibles en nuestros goces,
solo recogimiento de obligado cumplimiento.
sin margen en el despertar diario
solo esperar y aguardar que algún día
derive el rumbo de nuestras carnes.
con toques de queda que se levantan,
con alcanzar los bordes de tus costados
expulsando los besos de mi garganta.